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domingo, 26 de junio de 2011

Ave fénix


Capitulo1

Maldita sea, todavía no entendía por que la mandaban a Japón. Estaba toda esa perorata que su jefe le soltó de que era la mejor corredora inmobiliaria que tenia y este era un encargo importante, bla bla bla, puras pamplinas todo se reducía a que no tenia familia. Su reciente divorcio era la comidilla de todo el personal de la empresa y como para no serlo había sido humillada públicamente y luego la venganza que ella realizo fue plana en todas las revistas sensacionalista y todos los programas de chimentos del Rió de la Plata, la joven empresaria de vienes raíces y el jugador de futbol, amor, traición y venganza, claro que estaba en boca de todos y maldita sea si se lo merecía. ¿Cuando su vida se fue a pique? ¿Cuando dejo de ser la niña mimada de la prensa, la realeza del cono sur? Ya no había nada que hacer y era enviada a su exilio por que esto era un exilio mírelo como lo mire no deja de ser un exilio para sacarla del foco de la tormenta. A Japón, seguía sin creerlo por mas que llevaba ya su buen par de horas en el avión que iba rumbo a ese país y no se hacia la idea ella no hablaba el idioma y no pensaba comer pescado crudo, ni ratas, arañas o cualquier cosa extraña ¿por que eran los japoneses los que comían ratas no? O era en china va le daba igual que diferencia había era lo mismo un lugar horrible lejos de su hermosa tierra de su vida. ¿Que iba a hacer allí buscar casitas de papel para vender?
Mientras mas pensaba en el país y en las circunstancia de ese viaje mas rabiaba y mas se nublaba su mente sabia que eran todas tonterías pero que mas da a quien le importaría que una mujer del tercer mundo fuera a un país donde comían perritos, llegado a este punto le daba lo mismo Japón que China para ella eran lo mismo y el estar refunfuñando contra esos países la hacia olvidar el dolor que le causo la traición de ese miserable si solo pensar en el le partía el alma y quería morir. Ella no lloro en ningún momento era considerada una mujer fría y sin sentimientos en su semblante jamás se expresaba nada su rostro era una mascara fría siempre bien arregladas las uñas, su peinado perfecto ni uno solo de sus cabellos fuera de lugar su trajes impecables y de corte a medida la imagen que presentaba era de eficiencia, pulcritud y fría. La prensa la llamo la dama de hielo. Y si que hizo honor a ese apodo cuando se vengo, jamás mostró lo que sentía realmente como el la había destruido por dentro ella quería morir, quedarse en su cama y cerrar los ojos y no abrirlos jamás pero era un lujo que ella no se podía dar. Y allí estaba rumbo a Japón. Sentada en un avión en primera clase mientras un hombre de aspecto grasoso la miraba con deseo en la mirada, no le dedico ni una mirada y cuando el tubo el valor de acercase a hablar con ella lo ignoro ella no gastaría su tiempo hablando con un ser tan simple, por que lo era, su forma de vestir y hasta la de hablar demostraba su simpleza. Ya aburrida de el hombre, del refunfuñé constante de su mente abrió su portátil y decidió ver la casa a la que se dirigía, el palacio Taisho era su destino.



Lamento decepcionarlas con respecto a la protagonista y pase por Word el documento espero no haber omitido nada esta vez si es así les pido disculpas. 



Capitulo 2
Parecía que hace una vida que estaba sentada en ese avión, cuando al fin aterrizaron tenia ganas de besar el piso del aeropuerto. Esto era su peor pesadilla sin lugar a dudas no solo había sido exiliada si no que este lugar era un hormiguero de gente, ella odiaba los lugares donde había mas de tres personas.
El aeropuerto era un lugar impresionante, la arquitectura era una obra de arte en si acero y vidrio funcional y a la vanguardia en tecnología, el lugar encontrabas lo que querías veías grandes pantallas LCD, bares, tiendas, de toda clase ropa libreritas, zapatería, etc. El lugar era totalmente blanco con grandes ventanales de vidrio que lo hacia parecer mas grande y luminoso, era asombroso la gente pululaba por doquier pero estaba todo inmaculado y rechinando de limpio, fuentes y setos de plantas adornaban todo el lugar un jardín interno realmente si sacabas toda esa gente realmente era hermoso.
Cuando termino todo el papeleo y recupero su equipaje se dirigió a donde un hombre vestido con uniforme se veía (el uniforme son todos iguales por eso no lo describo imagínese el uní de un chofer) con un cartel con su nombre.
Gracias a dios era todo lo que podía decir pensó que jamás saldría de ese lugar, tanta gente yendo y viniendo por doquier, cuando llego al coche quería irse a toda velocidad, pero sus expectativas se vieron frustrada por grandes embotellamientos, no podían ir a mas de 60 Km./h realmente esto era una pesadilla cuando saldría de allí.
 Llevaba ya cuatro horas y media y el chofer no dejaba de verla lo cual le fastidiaba en grado sumo es que no le enseñaron modales quedarse viendo a una persona fijamente es de mala educación y mas si vas al volante.
Sabia que era llamativa por su maldito cabello, cobre viejo si algún día encontraba a sus padres biológicos les diría unas cuantas cosas sobre traumas infantiles ocasionado por la insensatez de padres que no piensan antes de hacer las cosas.
Por lo general lo llevaba recogido en un moño tirante en la nuca, pero por lo largo de el viaje lo dejo suelto enmarcando su rostro pálido sus ojos verdes eran fríos, vestía un traje negro de 3 piezas cómodo elegante y sobretodo recatado.
Hacia ya varias horas que solo veía maleza alado del camino sin rastro de vida, el coche bajo la velocidad y doblo en un camino de tierra repleto de maleza, cuando el coche paro su marcha ella quedo contemplando la edificación que tenia a su derecha y no daba crédito a lo que veía.
—La mansión Taisho—dijo el hombre confirmando lo que ella no quería reconocer.
Bajo de el coche y algo titubeante empezó a entrar en la mansión, el lugar estaba en ruinas, por doquier tela de arañas, se veía hojas, polvo, todo demostraba un gran deterioro el lugar se derrumbaría en cualquier momento, cuando iba a dar un paso mas dentro del recinto vio una cola larga fina y un grito de terror se escapo de sus labios.
—RATA— salio corriendo del lugar para descubrir una sorpresa muy desagradable.
El coche no estaba sus maletas estaban en el suelo y ni rastro de el chofer y el coche.
Maldiciendo ya sin importarle si alguien la escuchaba o no era oficial ESTABA EN EL INFIERNO.
El lugar no era habitable ni en un millón de años, recordó que a 2 horas de camino vio un pueblito, abrió su maleta y busco su ropa de deporte ya que no llegaría lejos con tacones, se puso sus pantalones de ejercicio una sudadera y las zapatillas, emprendió el camino para buscar alojamiento.
Llego al pueblo deseando un vaso de agua, la gente la veía con curiosidad y cuando ella se acercaba a hablarles entraban en sus casas dejándola sola.
Esto es el colmo que mal educados, miro a su alrededor era un pueblo que se quedo en el tiempo parecía no haber avanzado nada en muchos años las mujeres vestían los kimonos tradicionales y los hombres vestían igual (no se como se llama a la vestimenta masculina) excepto por la luz eléctrica y uno que otro coche o ciclomotor todo estaba como 100 años atrás.
Un joven la observaba con atención, ella lo vio el vestía con unos tejanos ajustados y una camisa a cuadros, el cabello negro lo tenia algo largo sobre la frente y estaba despeinado pero al acercase vio que no era japonés y corrió donde el estaba.
—Hola ¿podrías ayúdame?—le pregunto no bien estuvo cerca de él.
—Claro, me llamo Todd soy de la cruz roja— extendió su mano hacia ella, sonriéndole con amabilidad.
—A que alegría, soy Luz, ¿por casualidad sabes donde hay un hotel en este pueblo?—
—No hay ninguno—el joven sonrío y se rasco la cabeza en señal de incomodidad.
— ¿Qué?, ¡eso no puede ser!— cuando terminaría este maldito día
— No puedo ayudarte con eso, yo me quedo en la casa de uno de los aldeanos—
—Quiere decir que tendré que pasar la noche en esa ruina de mansión— el desagrado era tangible en sus palabras.
—Lo lamento. ¿Te refieres a la mansión Taisho? Realmente pasaras la noche allí— él joven la miraba con curiosidad
— ¿No me queda de otra o sí? ¿Por que?— pregunto la joven algo sorprendida
—Por que esta embrujada—

El corazón perdido


La niña sentada bajo el árbol de cerezos, estaba tranquila jugando con las flores que del  árbol caían, el monstruo que se acercaba con intención de devorarla, no vio al hombre que hacia un buen rato estaba contemplando a la niña con curiosidad, sentía su aroma y su presencia como una humana pero algo en la pequeña le decía que no lo era. El monstruo ataco con celeridad y en ese momento un resplandor lo cruzo destruyendo su cuerpo al instante. Con paso lento y majestuoso se dirigió asía la niña cuando llego a solo un par de pasos de distancia la niña le pregunto en vos clara y dulce:
¿Inu No Taisho acaso ese monstruo te ofendió en algo?
Inu No Taisho: mmm... ¿Conoces mi nombre pequeña, pero yo desconozco el tuyo?
No tengo nombre
Inu No Taisho: ¿Que eres?
No lo se, ¿tu el gran señor de el oeste no lo sabes?
Inu No Taisho: Hueles y te ves como una niña de 2 años
La niña giro su rostro que asta el momento estaba oculto, Inu No Taisho quedo estupefacto ante lo que vio en todas esas lunas vividas jamás vio una criatura tan hermosa y perfecta, su cabello negro como la noche brillaba lacio y suave su rostro tan blanco que resplandecía con el sol, la boca era rosadita de un tono pálido al igual que sus mejillas y los ojos de un violeta claro insondables pero puros.  Inu No Taisho, se sentó para contemplarla por largo rato, ni el ni la niña dijeron nada hasta que la pequeña pregunto ¿eres un perro verdad? (el gran señor de el oeste ¿un perro? ¿Así tan simple?  Jajajajaja esta niña no le temía)

Inu No Taisho: si mi forma es de un gran perro blanco
La niña levanto su rostro iluminado por la emoción, sus ojos ya de un color claro se volvieron aun mas claro y brillantes por la emoción, _  ¿señor  Inu No Taisho podría yo verlo en esa forma?
Inu No Taisho: pensó un momento por que pediría este ser algo así_ ¿dime pequeña por que me pides algo así?
La pequeña con total solemnidad contesto_ me gustan los perros_ inclino su cabecita a un lado y espero la respuesta del gran youkai.
Inu No Taisho: jajá jajá (se levanto riéndose y alejándose de la niña se transformo en el gran perro blanco, la niña pego un chillido pero no de temor si no de alegría y corrió a los pies de el gran perro, este que entendió que la niña quería acariciarlo se acostó sobre su vientre y observo a la pequeña disfrutar con su presencia perruna, durante mas de dos horas la niña lo acaricio y luego se durmió placidamente el gran youkai volvió a su forma anterior tomo a la pequeña en sus brazos y se dirijo a su palacio.
Cuando llego, el lugar lo recibió solemne pero vacío carente de vida, se dirigía a unos aposentos para dejar a la pequeña cuando sintió la presencia de su hijo
Inu No Taisho: Sesshomaru me sorprende encontrarte aquí 
Sesshomaru: por que te sorprende padre si vivo aquí
Inu No Taisho: solo miro a su hijo y prosiguió su marcha pero la niña se había despertado y luchaba para liberarse de sus brazos; tranquila pequeña estas a salvo este es mi palacio _ para asombro de el gran youkai la niña no hablo pero siguió luchando por salir de sus brazos, no entendía por que no hablaba y no dejaba de forcejear, durante un instante su mirada se encontrón con la de la niña y la dejo en el piso, la pequeña le guiño el ojo y corrió hacia donde estaba Sesshomaru;  Inu No Taisho, giro rápido pendiente de la niña y de la reacción de su hijo ante esta criatura. La niña llego a los pies de Sesshomaru y abrazo su pierna pidiéndole que la suba
Sesshomaru: que es esto traes una de estas plagas a este lugar? Infectara todo con su repugnante olor
  Inu No Taisho: Sesshomaru la pequeña fue abandonada en el bosque, ahora vivirá aquí con nosotros y será tu responsabilidad su bienestar
Sesshomaru: (indignado) por que habría yo de hacerme cargo de una insignificante humana, poco me importa lo que con ella suceda
Inu No Taisho: es mi voluntad, que la niña viva aquí y que tu seas su guardián (dicho esto, con tono autoritario y frió)
 Sesshomaru se dio vuelta y se fue del palacio sin mirar atrás a la pequeña, la niña encamino sus pequeños pasos asía donde estaba  Inu No Taisho, lo encontró sentado viendo la noche  tranquilo, la pequeña se subió a su regazo se acomodo
La niña: gracias
Inu No Taisho: ¿no  hablaras ante mi hijo?
La niña. No, las pestes de 2 años solo son latosas y no hablan
Inu No Taisho: jajá jajá, pequeña tramposa, Sesshomaru será un día un gran youkai
La niña: solo será un pedante insoportable que no avanzara si no puede entender lo que lo rodea, sentencio la pequeña antes de acomodarse en los brazos de su interlocutor y quedar profundamente dormida  

Inu No Taisho. Contemplo a la pequeña preguntándose que era, esa criatura que vio los temores que el sentía por el futuro de su hijo, viendo a la pequeña pensó que esa pequeña representaba una esperanza. Kasukana Nozomi, ese será tu nombre

El día llego con nuevos brios y el gran youkai tenía una intriga en la pequeña, su hijo estaba sentado en el jardín tranquilamente, la pequeña salio corriendo a su encuentro y se subió encima del, lo cual molesto Sesshomaru y gruño a la pequeña, esta abrió los ojos bien grandes y contemplo a Sesshomaru, luego se río y aplaudió con sus pequeñas manitos. Sesshomaru aun más molesto que antes se levanto dejando caer a la pequeña, la cual lloro por el golpe

Sesshomaru: deja de llorar,¿acaso crees que puede una peste como tu subirse arriba de mi? Soy descendiente de grandes señores y tú solo eres una cría de esa repugnante raza insignificante que son los humanos

La pequeña contemplo a Sesshomaru y extendió sus manitos para que le alzara, el hijo del gran youkai siguió su camino sin prestar atención a la niña que pedía su atención, la pequeña lo contemplo partir y dijo para si

Si no es a las buenas será a las malas Sesshomaru

Los días pasaron y la clama del palacio se rompió ya que la pequeña se dedicaba a atormentar a Sesshomaru mientras este estuviera en el palacio, esto molestaba en grado sumo al Sesshomaru el solo olía a la humana pero no podía detectar su presencia por lo que la plaga como el la llamaba podía salirse con las suyas y jugarle todas esas jugarretas, cada día Sesshomaru perdía los estribos y el gran señor de el oste intervenía para que no matara a la pequeña

Inu No Taisho: Kasukana estas llegando al límite si sigues con estos juegos Sesshomaru te matara y no puedo estar protegiéndote siempre

 Kasukana: no es necesario que lo haga mi señor, Sesshomaru no me ara daño aunque e visto como le gustaría retorcerme el cuello (la pequeña se río suavemente)

Inu No Taisho: ten cuidado (dijo esto y se fue pensando que seguía sin saber que era la pequeña y que quería con su hijo, el tiempo paso rápido y la pequeña seguía a Sesshomaru para todos lados cuando el gran señor de el oeste se ausento durante un largo tiempo, la pequeña quedo sola con Sesshomaru, a los dos días de que su padre se fuera la niña no se levanto de la cama, paso todo el día allí acostada, Sesshomaru pensó en lo patéticos que eran los humanos que por extrañar a alguien podían quedarse como muertos todo el día sin moverse de la cama, estaba  caminando por el jardín cuando algo paso por su mente rápidamente, la pequeña no se movía. Rápidamente  se dirigió donde estaba la niña y la tomo en sus brazos la pequeña apenas respiraba, ¡no era por que su padre se había ido si no que estaba enferma! Sesshomaru contemplo el cuerpo inerte de la pequeña sin saber que hacer, _reacciona Kasukana dime que tienes_, rápidamente comprobó que no estuviera lastimada y su temperatura, para el todo era normal, pensó en los últimos dos días que podía ser que había enfermado a la pequeña ¿que enfermaba a los humanos? Tal ves comió algo que la puso enferma… ¿una niña tan pequeña comía sola? Sin perder tiempo llevo a la pequeña y busco algo para alimentarla, pero no sabia que comía una niña. Maldiciendo en su fuero interno se llevo a la niña asta el pueblo más cercano y observo, vio a una humana con un niño pequeño así que la siguió sigilosamente para ver como lo alimentaba, cuando el niño lloro la mujer lo tomo en sus brazos y lo puso contra su pecho el niño dejo de llorar, Sesshomaru fastidiado pensó esto no me sirve no quiero ver como consuelan esas pestes a sus crías, pero presto mas atención ya que el sonido de succión le llego claro a sus oídos el pequeño succionaba algo y lo comprendió amamantaban a las crías pequeñas llevo de nuevo a la pequeña al palacio y consiguió leche y un paño de fino lino mojo sus labios con el paño mojado en leche , la pequeña no reacciono pero siguió mojándole los labios con el paño hasta que la pequeña reacciono y ávida succiono el paño, la pequeño tomo todo el tazón que el había traído con leche y luego se durmió en el regazo de Sesshomaru

Los días continuaron y Sesshomaru no se volvió a olvidar de alimentar a la pequeña, mientras los días transcurrían Sesshomaru también noto que la pequeña se comportaba mejor ya no lo molestaba tanto jugaba a cierta distancia de donde el se encontraba, pero al caer la noche y luego de su cena la pequeña acudía a los brazos de Sesshomaru para dormir en su regazo. Cuando el gran señor regreso la pequeña corrió a su lado a abrazarlo y recibirlo 

 Inu No Taisho: hijo _ Sesshomaru había seguido a la pequeña, cuando esta salio corriendo

Sesshomaru: padre _ se dio media vuelta y se retiro

Inu No Taisho: ¿y bien que a pasado?

Kasukana: con una picara sonrisa. Casi me mata de hambre _ guiño uno de sus ojitos y dijo pero ahora me da de comer 4 veces al día aunque solo leche

Inu No Taisho: jajá creo que siento pena por mi pobre hijo jajajaj

Al caer la noche luego de cenar Sesshomaru se fue a su habitación a descansar, llevaba allí un rato cuando la puerta se abrió y una pequeña entro corriendo sus brazos

Sesshomaru: ¿Kasukana que haces aquí? Mi padre esta de regreso puedes dormir con el ahora

La pequeña se subió al regazo de Sesshomaru y se acomodo como todas esas noches para dormir en el

Sesshomaru: ya veo

Los años pasaron y la pequeña creció durante el día siempre rondando la orbita de Sesshomaru pero nunca interviniendo, durante la noche durmiendo en su regazo, la alegría reinaba en el palacio pero fuera de el las diputas por territorio se hacían mas sangrientas

Sesshomaru se fue a luchar contra un monstruo, pero la lucha lo llevo a otra y a otra, obteniendo mas poder y mejorando sus técnicas en ellas. Cuando regreso al palacio era tarde la noche y se dirigió a sus aposentos, hacia muchas lunas que se había ido pero sus aposentos seguían iguales, se dispuso a descansar y algo en su memoria no se lo permitió mientras estuvo fuera no pensó en nada solo en la búsqueda de poder, pero en esa habitación faltaba algo se levanto y se dirigió en busca de Kasukana seguro la pequeña estaría durmiendo con su padre como solía hacer cuando el no estaba. Pero cuando paso por la habitación que pertenecía a la pequeña por mas que nunca la usara el olor de ella era mas fuerte, entro y vio a una joven bañada por la luz de la luna durmiendo placidamente, quien era esa humana? Acaso su padre había traído a otra humana pero el olor era de Kasukana como si la joven hubiera sentido su presencia abrió los ojos.

Sesshomaru salio de la duda esa joven era la niña, había estado lejos mucho tiempo y no se dio cuenta que el tiempo para los humanos era mas corto que para un inmortal

Kasukana: Sesshomaru regresaste!

Sesshomaru se dio vuelta y se retiro de la habitación

Kasukana: ¡¡¡si no es que sigue igual esta peor!!! Engreído luego se arropo y siguió durmiendo 

Cuando el día llego Sesshomaru estaba contemplando el cielo sintió la presencia humana por los alrededores de el palacio, se disponía a ir a ver que sucedía pero su padre lo detuvo

Inu No Taisho: Sesshomaru

Sesshomaru: padre

Inu No Taisho: los hombres que sientes no están a qui para atacarnos, siéntate un rato con migo

Sesshomaru: por que otra razón se acercarían al palacio

 Inu No Taisho: por Kasukana

Sesshomaru:¿ creen que es nuestra prisionera?

Inu No Taisho: no hijo mío, quieren desposarla

Sesshomaru miro a su padre pero ninguna emoción se leyó en su rostro frío y serio

Inu No Taisho: buenos días Kasukana

Kasukana se acercaba. Buenos días mi señor,(deposito un sonoro beso en la mejilla de el gran yokay y lo abrazo, para luego sentarse en su lugar)  un hermoso día luego miro a Sesshomaru y viéndole directo a los ojos le dijo- buenos días me alegra que regresaras

Sesshomaru no contesto, contemplo a la pequeña que tenia delante de el su cuerpo ya no era el de una niña si no el de una mujer su cabello largo y brillante enmarcaba un rostro exquisito y sus ojos de un color tan poco común contrastaban con su boca y mejillas de un rosa pálido

Inu No Taisho: hijo, espero que descanses y que te quedes un buen tiempo con nosotros ahora

Sesshomaru: que no podía de dejar de ver a Kasukana- los conflictos parecen haber cesado de momento

Inu No Taisho: lo se fue una buena decisión haberte enviado a que te encargaras de la frontera este, espero que la paz dure un poco más. ¿Kasukana piensas ir al pueblo?

Kasukana: si, mi señor hay un hombre al que debo ir a ver.

Sesshomaru, no mostró emoción pero no le gusto nada de lo que acababa de escuchar

Inu No Taisho: muy bien, vuelve antes que anochezca pequeña no me gusta que estés fuera cuando oscurece _ luego de dicho esto se levanto dejando a Sesshomaru y Kasukana solos sentados a la mesa del desayuno 

Kasukana: ¿puedo hacer algo por ti antes de que me valla?

Sesshomaru: no necesito nada de una peste, además tú no saldrás del palacio. Se levanto sin decir mas y se fue dejando a una mujer asombrada y con un asomo de sonrisa en los labios.

Kasukana, se levanto tranquilamente y fue a sus habitaciones tomo las cosas que necesitaba para la visita a sus paciente y salio tranquilamente.

La tarde era pacifica y hermosa, ¿desde cuando no disfrutaba algo así? Sus pensamientos vagaban por todas las batallas, los sitios en lo que estuvo, y sus ojos se posaron en el árbol de Sakura, en ese árbol Kasukana dijo su primera palabra, fue en ese lugar que lo llamo por primera ves su primera palabra fue su nombre, los recuerdos eran tan nítidos era como volverlos a vivir allí fue donde se callo y raspo las rodillas, esa peste nunca se quedaba quieta realmente siempre lo fastidiaba. Ahora que lo pensaba no era normal que no lo hubiera molestado desde el desayuno, algo en el fondo de el se inquieto algo no estaba bien la casa estaba en silencio. Se levanto y con su andar majestuoso se fue en busca del incordio de su vida, aunque ella creció ya no era la peste que recordaba su vos era mas dulce, su figura ya no era la de una niña. ¿Pero acaso se comportaría mejor? Algo en el fondo de el le dijo que no, esa mocosa no había cambiado solo su físico pero no su personalidad. Camino hasta la habitación de ella, irrumpió en la misma para encontrarla bacía. Llamo a una de las criadas y pregunto por la peste y nadie sabía de su paradero, en su memoria la vos de su padre preguntando si iría al pueblo y la dulce vos de la peste respondiendo tan tranquilamente que se iría a ver a un hombre. Se dirigió raudamente hacia el pueblo cercano guiado por el olor inconfundible a cerezas que emanaba de la piel de Kasukana, la furia era tan intensa en su interior que estuvo apunto de transformarse en perro varias veces. Quería encontrarla y retorcerle el cuello a esa pequeña peste como se atrevía a desobedecer una orden de el, acaso no sabia quien era el o no apreciaba su vida en lo mas mínimo. A cuantos había matado por menos que eso, cuando encontrara a la peste le daría una lección y en cuanto al hombre que se atrevió a tocarla lo mataría de la forma más dolorosa que conocía.

En una pequeña choza donde un hombre de unos 60 años cuyo cuerpo había sido casi totalmente quemado cuando su casa se incendio hacia un mes,

Kasukana cambiaba y limpiaba las heridas de el hombre con mucha delicadeza, el lugar era deprimente el hombre se había arrastrado hacia esa choza para morir allí solo, fue por casualidad que ella lo encontró ya que le encantaba caminar por ese lugar ya que habían unas flores hermosas y de un olor sequicito, cuando vio al anciano por primera ves pensó que estaba muerto, pero al acercarse y ver que respiraba con dificultad no dudo ni por un minuto y posando sus manos en su torso empezó a curar las heridas del hombre de apoco una luz blanca y pura salio de sus manos y poco a poco engullo al hombre en ella cuando termino el hombre respiraba mejor, no podía apresurarse o el no lo resistirá, curar el cuerpo era algo sencillo para ella pero el alma era algo mas complicado. Así durante un mes siguió yendo a verlo todos los días para curar sus heridas, hoy era otro día mas, pero la pena la invadió su cuerpo ya no tenia rastros de quemaduras pero en sus ojos no había vida eso ella no lo podía remediar.

Kasukana- es un hermoso día, el aire trae el olor a las flores incluso aquí, señor Lin debe comer algo inténtelo por lo menos – el hombre siguió con su mirada fija en el techo, su cuerpo estaba curado pero su alma se había ido ¿Por qué? Durante un largo minuto ella lo contemplo en su mirada había tanto dolor y pena por no poder ayudarlo. El nunca le hablo y si no fuera por sus poderes el habría muerto ya que tanpoco comía, no lo entendía ¿caso no tenia nada por lo que vivir? ¿Cometió algún terrible crimen? ¿Se sentía responsable por algo? Esto era algo que ella no llegaba a entender ¿caso es que no se daban cuenta lo valiosa y precisa que era la vida? cuantos  hombres y mujeres había visto perecer pidiendo un poco mas de tiempo cuantos y este hombre se dejaba morir así de fácil ¿Por qué?

El hombre que hasta ese momento permaneció callado y sumido en su dolor observo a la joven que lo había salvado, vio el dolor en sus ojos y una pregunta en ellos-  cuando tenia 14 años me tope con una niña ella llevaba unos cubos de agua para su casa me miro y me sonrío, luego de ese día nos veíamos a diario en el mismo lugar. Cuando cumplí 18  fui a hablar con sus padres y la pedí en matrimonio ella tenia apenas 16, nos casamos un mes después. Me dio 5 hijos 4 hombres y una mujer e agradecido a los cielos el echo que ella me sonriera ese día hace ya tanto tiempo atrás y incluso cuando la veía, veía la joven con la que me case para mi ella siempre fue la mujer mas hermosa de todas era mi sol personal – el hombre se detuvo cerro sus ojos y un hondo suspiro de dolor surgió de sus labios una solitaria lagrima callo de su mejilla

Kasukana- extendió su mano en dirección a los pies de el hombre una luz se formo allí, poco a poco una figura humana surgió de ella una mujer, poco a poco se acerco al hombre y le tomo la mano sin decir palabras el abrió los ojos y vio a su esposa que le sonreía- vino a buscarlo, si es su deseo ir con ella se lo concedo. Poco a poco se incorporo tomado de la mano de su esposa se dirigió hacia la luz que seguía tan calida esperándolos se giro y vio a la joven por ultima ves y así esas dos almas se fundieron para nunca mas separarse. Kasukana salio llorando de la choza donde el cuerpo inerte de el hombre yacía ya sin vida levanto su cabeza asía el sol y pensó que no quería nada menos que eso una unión perfecta, un amor que venciera todo incluso la muerte. Las lagrimas corrían por sus mejillas no eran de dolor sino de alegría compasión en una medida y también de envidia por esas dos almas que se unieron gracias a su gran amor. Cuando enfoco su vista en el horizonte vio a un youkai con semblante duro y frío que la observaba, sin pensarlo dos  veces se lanzo a sus brazos escondiendo su rostro contra su pecho lloro, lloro por ese hombre que tubo el valor de morir por su amor, lloro por sus hijos que lo extrañarían, lloro por ella y sobretodo lloro por el, Sesshomaru que no sabría lo que es eso

Sesshomaru no entendía lo que pasaba solo sabia que quería matar a alguien. ¿Por qué lloraba de esa forma? Un olor conocido le llego hasta su nariz, agarro la cintura de la joven sujetándola bien fuerte contra el se la llevo asía el palacio, no se dijeron nada el solo aterrizo en el jardín y se sentó bajo el árbol de Sakura acunándola entre sus brazos. Poco a poco las lagrimas cesaron y con ellas la conciencia de la joven que agotada por los acontecimientos se quedo dormida, el la contemplo y pensó que todavía era una niña que no estaba preparada para enfrentar la muerte. El cielo poco a poco tomo unos matices rojos y violentas el sol en declive daba paso a una puesta de sol magnifica como nunca el youkai había visto y en su regazo yacía la mas hermosa y delicadas de las flores.

El sol empezaba a despuntar los rayos daban vida a todo aquello que en la penumbra de la noche permanecía velado, allí bajo el árbol de Sakura estaba un youkai que sostenía envuelta en una manta blanca y calentita a una joven que empezaba a despertarse. La sensación de calor y seguridad le llenaban el alma sabia donde estaba solo había un lugar donde se sentía así, no quería abrir los ojos no quería que ese momento terminara sabia que pedía demasiado. Poco a poco abrió los ojos y vio unos ojos dorados que la observaban detenidamente no había frío en ellos ni furia ni desprecio, solo calor su mirada le daba calor – Sesshomaru debo volver a esa choza- fue solo un susurro apenas audible tan dulce y suave como una caricia

Sesshomaru- ¿Por qué? ¿Que es tan importante para que quieras volver? su rostro no demostró ningún cambio solo su mirada cambio para volverse dura e impenetrable

Kasukana- debo enterrarlo no puedo dejar su cuerpo para que los animales lo devoren-  Sesshomaru la contemplo y sin decir mas la apretó contra si y voló hacia la choza, cuando la bajo la contemplo con atención sin perder detalle de su rostro ni de su cuerpo quería saber por su reacción cuanto la afectaba y cuan importante era para ella

Sesshomaru- quédate aquí – Kasukana asintió con la cabeza, contemplo como el entraba en la choza y en ella sintió paz y dolor. Sintió paz por el hombre que ayer muriera y yacía junto a su amada esposa y dolor por Sesshomaru en su destino no veía amor solo soledad y odio auque no sabia por que

Sesshomaru entro en la choza con disgusto el olor a muerte era fuerte pero el olor a cerezas era tenue eso indicaba que ella había pasado mucho tiempo allí, por que habría estado en ese lugar tanto tiempo quien era ese hombre para ella cuando vio el cuerpo se sorprendió ya que esperaba ver a un hombre joven y lo que encontró lo desconcertó. Salio de la choza y se dirigió asía Kasukana, ella seguía parada en el mismo lugar donde le dejo con su rostro vuelto hacia el sol, la imagen era hermosa ella parada allí rodeada de flores silvestres bañada por los rayos de el sol parecía una ilusión era la perfección de la belleza, se detuvo no quiso acercase mas quería guardar esa imagen en su memoria sin saber por que necesitaba guardar aquella imagen, ella poco a poco giro su rostro hacia el y una sonrisa se dibujo en sus labios era perfecta no había otra palabra que describiera lo que el estaba viendo, su quimono celeste contrastaba con el verdor del bosque y la maleza las flores de varios colores y el cielo no eran rival para la belleza de esa mujer

Sesshomaru-  ¿quieres que lo entierre?

Kasukana- no hay que quemar la choza, para que dejar una tumba que nadie visitara

Sin mas el volteo y prendió fuego a la choza se acerco a Kasukana y la atrajo hacia el para resguardarla entre sus brazos. Las llamas consumieron todo cuando el fuego se apago ya no quedaba rastros de nada mas un rectángulo negro de cenizas y hollín, eso era lo que quedaba de un hombre que vivió 60 años cenizas y hollín  ¿que quedaría de ella? Sus pensamientos vagaban por derroteros tortuosos que no la llevaban a ningún lado debía dejar las cosas atrás.

Kasukana- Sesshomaru gracias – hizo una reverencia digna de una reina llena de gracia y humildad

Sesshomaru- ¿quien era? Lo pregunto ya sin aguantar más la incertidumbre de quien era ese hombre para ella

Kasukana- realmente no se nada de quien era, solo puedo decirte que murió en paz – extendió su mano hacia el – volvamos a casa por favor  

Ambos caminaron tomados de las manos, sin necesidad de hablar caminaron durante mas de 2 horas antes de ver el palacio y cuando traspasaron el umbral Kasukana palideció se llevo una mano a su boca giro a ver a Sesshomaru y se desplomo, este evito que cayera al suelo tomándola entre sus brazos la llevo hacia su habitación, cuando la deposito con mucho cuidado en el futon llamo a una de las criadas para que le trajera agua fresca. Cuando la mujer volvió con el agua no venia sola ya que el gran Inu No Taisho venia con ella

Inu No Taisho- Sesshomaru ¿que le ha pasado a Kasukana? En su rostro se veía preocupación, mientras en el de su hijo inquietud por primera ves en el rostro de su hijo se plasmaba una emoción

Sesshomaru- no lo se padre, solo se desvaneció

 Inu No Taisho mando a llamar a un medico youkai para que viera por la pequeña, pero cuando el medico no pudo decirle nada ya que después de revisarla a conciencia no entendía por que la joven seguía desvanecida. Durante todo el tiempo Sesshomaru no se alejo de alado de Kasukana incluso le llego a gruñir al medico cuando la quiso desvestir y al ver la reacción de el youkai prefirió revisarla con la ropa puesta aunque eso le causara mas trabajo

El día se fue y la joven seguía sin reaccionar, un joven y preocupado youkai caminaba de un lado al otro de la habitación cuando la luna salio el la contemplaba sintiendo la derrota mas grande de su vida al entender que el siendo tan poderoso como era jamás podría contra lo que tarde o temprano le arrebataría algo que era de el, se giro y camino hacia donde yacía la joven para acariciarle la cabeza, ¿como puedo sentir esto por alguien que apenas  48 horas llevo de estar con ella? Eso no era cierto la peste se metió me bajo la piel hace años, cuantos años durmió acurrucada en mi regazo, cuanto tiempo persiguiéndome, nunca la vi como una hija ni menos como una hermana, ahora algo atacaba lo que era de el y el no podía defenderla. Estaba tan concentrado en sus meditaciones que no se dio cuenta que unos ojos violeta lo observaban

Kasukana- ¿Sesshomaru te e preocupado? La vos salio en un susurro que fue suficiente para sobresaltar al gran youkai

Sesshomaru- eres una peste presumida – reacciono al instante

Una sonrisa se formo en los labios de la joven – me alegra escuchar eso, no as cambiado, por un momento tuve miedo

Sesshomaru la contemplo sin decir nada ella cerró los ojos y se durmió. Miedo ¿por que?

La mañana llego y con gran asombro para   Inu No Taisho que al despertar encontró unos ojos violeta que lo miraban con picardía e impaciencia, era algo que ella siempre asía cuando quería que el le contara algo, auque el no sabia como lo sabia esa niña seguía siendo un misterio. Inu No Taisho- veo que te sientes mejor Kasukana

Kasukana- si estoy bien, ahora a lo que me interesa ¿como es? la sonrisa era radiante, su carita toda iluminada por la emoción igual que el primer día cuando el se convirtió en perro para ella

Inu No Taisho- ¿se supone que yo debo saber de lo que hablas pequeña? Se despabilo rápido al solo verla pero no le iba a dar la información así nada mas

Un bufido salio de los labios de ella y con vos melosa le contesto poniendo una cara de inocente que podía derretir el corazón mas duro de el mundo- pues yo quería saber como es ella antes que Sesshomaru se despierte pero igual puede contármelo delante de el seguro a el no le importara saber que su padre salvo la vida de una humana

Inu No Taisho- pequeña tramposa ¡acaso me estas amenazando! lo dijo con tono juguetón ya que no podía enfadarse con se pequeña traviesa

Kasukana- yo no, solo quiero saber a mi no me molesta delante de quien me lo quiera decir ¿pero me lo va a decir verdad?

Inu No Taisho-se rindió no tenia de otra sabia que ella lo acosaría hasta la muerte y mas allá si era necesario para que le dijera lo que quería - no hay mucho que decir es solo una humana, nada mas. Unos insectos atacaron su carruaje que atravesaba mis tierras por eso me deshice de ellos no puedo permitir esas clase de cosas en mis tierras ¿satisfecha?

Kasukana- no realmente, sabe mi señor lo que me a dicho me a dejado una duda- y antes de que el pobre se diera cuenta le soltó un razonamiento tan enredado que el no supo como salirse de eso con cada palabra que ella decía se veía mas hundido y lo peor es que ella solo retorcía sus palabras la pequeña tramposa lo había atrapado con sus propias palabras!- en conclusión ya que por su deber como señor de estas tierras la salvo, es su deber terminar lo que empezó ya que la medicina humana no curara la herida que ella tiene en la pierna, así que usted deberá curarla así podrá dormir tranquilo ya que solo cumplió con su deber – como sabia que ella estaba herida ¡pero que diablos!

Inu No Taisho- yo no se nada de cómo curar una herida a una humana, en todo caso Kasukana tu deberías encargarte- allí tienes haber como te zafas de esta pequeña tramposa

Kasukana- pues vera este también (puso la cara de un angelito inocente extendiendo sus manitos y con los ojos de cachorrito )es otro problema ya que cuando llegue aquí usted me entrego a Sesshomaru y ahora que el regreso si salgo de el palacio debería pedirle permiso a el y decirle a donde voy y por que voy, claro que para mi no hay ningún problema sabe que haría cualquier cosa por usted, iré a despertarlo ahora mismo para pedirle permiso- antes de que el pudiera reaccionar ella se había levantado de su lado en el futon y estaba por salir de la habitación y igualmente de rápida fue que regreso y sacando de una de las mangas de su quimono  una especie de concha de mar la cual abrió y allí se veía un ungüento rosa y con su tono de almíbar dijo- o usted podría ir y curarla solo tiene que aplicar esto en su herida y estará lista, su deber para con la humana habrá terminado – su rostro resplandecía haciéndola ver mas hermosa y juvenil

Inu No Taisho tomo la pequeña concha de su mano y suspiro sabiendo que no ganaría ni matándola le ganaría esa niña sabia demasiada y sabia como manipularlo usando sus propias palabras en su contra

Así Kasukana se retiro de la habitación del gran señor del oeste y fue a buscar al otro señor de la casa el cual era más difícil de tratar por sus cambios, de humor y de personalidad. Entro en la habitación de el pero no lo encontró salio a buscarlo y escucho una vos fría como el acero reprendiendo a las criadas las cuales temblaban y temían por su vida ya que el youkai que tenían delante no dudaría en matarlas

Kasukana – veo que te levantaste de buen humor- el se voltio inmediatamente y como por ensalmo las criadas desaparecieron del comedor el lugar ya estaba preparado para el desayuno de los señores de la casa pero la expresión en la cara del que tenia delante no era de hambre mas bien era de ganas de matar a alguien

Sesshomaru – donde diablos estabas – obvio que esto no lo dijo a gritos pero en ese preciso momento lo habría preferido

Kasukana- fui a ver a tu padre, no quise molestarte ya que por mi culpa no pudiste dormir en tu cama.- Le dedico una sonrisa tierna y compungida en muestra de arrepentimiento por no haberlo pateado cuando se levanto, realmente había días que Sesshomaru la sacaba de quicio y eso que ella no era una santa para tenia una paciencia cultivada durante años pero este perro la hacia añicos con dos palabras y ese tono. Como de costumbre asiendo gala de sus ya conocidos modales o la falta de los mismo se dio vuelta y se dirigió a su lugar en la mesa para desayunar justo en ese momento aprecio Inu No Taisho el cual se sentó en su lugar como cabeza de familia. El desayuno transcurrió en total silencio, cada uno pensando en sus asuntos. Kasukana se retiro y fue a caminar al jardín tenia mucho en que pensar, Inu No Taisho ya se había conocido con Izayoi, los suceso se desencadenarían sin poder evitarlo dentro de un año Inuyasha nacería